miércoles, 11 de agosto de 2010

Capitulo 6

Capitulo 6

Inuyasha abrió primero un ojo mirando a la muchacha frente a el, estaba recostada contra la cueva respirando suavemente, su cabeza se movió un poco hacia un lado, su cabello también se movió y noto como su cuerpo comenzó a caer hacia ese lado, se apresuro a acercarse a ella sin pensarlo sosteniéndola en sus brazos antes que su cuerpo se golpeara contra el suelo, vio una piedra bastante afilada en donde su cabeza hubiera caído y gruño, humana estúpida.

Le movió lo mas poco que pudo y le dejo recostarse en el suelo, le soltó de inmediato mirándole molesto, el que le prometió protegerla, y ella de estúpida mal agradecida no hacia ni siquiera un intento por cuidarse a si misma…

"keh! Tonta…"

Inuyasha suspiro y se inclino sobre ella mirándola con detalle, se veía tan indefensa ahí dormida, parpadeo varias veces comprendiendo, nunca había visto a un humano dormir de esta forma, nunca había pasado tanto tiempo con cualquiera antes, no desde que su madre murió.

Respiro hondo y se reprendió mentalmente a si mismo de inmediato, su olor… se puso de pie de inmediato y se alejo de ella parándose en la entrada de la cueva, esta mujer estaba loca, y era tan… tonta.

Solamente ella, por lo loca que estaba, confiaba en que el le protegiera… gruño por lo bajo y lucho contra el impulso de voltear a verla, necesitaba respirar aire puro, sin su aroma dando vueltas en su cabeza, levanto la mirada al cielo y suspiro, se volvería loco el mismo de tanto pensar en esa loca, de hecho creía que ya empezaba a perder la cabeza, solamente a el se le ocurría prometerle a un miko loca que iba a protegerla…

A una miko hermosa…

Agito su cabeza hacia los lados y decidió que dormiría aquí, no necesitaba dormir mas que un par de horas, y el sabia que cualquier cosa le despertaría… nada entraría en esa cueva sin que el lo notara…

Respiro hondo y trato de no pensar en a loca, pero tan solo cerro los ojos le miro tranquila, sonriendo como tonta, recogiendo hiervas y caminando despacio en el bosque… tan confiada… tan tonta…

"Keh!"

Xxxxxx

Abrió los ojos despacio, vio el cielo una vez mas, parpadeó varias veces y bostezo, ya se sentía descansado, después de todo la pelea con ese maldito Ookami lo había cansado un poco… se puso de pie y levanto a Tetsaiga en el aire, le miro atento, nada.

Saco la espada de la funda y no hizo nada, trato de pensar en algo, algún comando.

'Transfórmate'

Nada.

'Oe maldita estada inútil estúpida transfórmate.'

Nada.

Gruño.

'Tetsaiga!'

Inuyasha se sorprendió al sentir un latido provenir de la espada, trago lentamente y levanto la espada respirando hondo.

'Transfórmate Tetsaiga.'

La espada latió una vez mas y se transformo, Inuyasha miro sorprendido como la espada vieja e inservible que ni siquiera tenia filo, ahora era un colmillo frente a el, un arma útil y poderosa, sonrió abiertamente sintiéndose feliz, agradecido con su padre y con… Kagome…

Agito su cabeza hacia los lados y volteo a ver hacia el interior de la cueva, se había movido un poco, pero estaba casi en la misma posición en que el le dejo… no… no Kagome… la loca…

Regreso su atención a Tetsaiga, parecía que ya podría ordenarle hacer cosas…

'Mmm ¿regresa?'

Para su sorpresa el colmillo brillo y se redujo de tamaño, regresando a ser la espada vieja, sonrió ampliamente y nuevamente pensó en el nombre de la espada, la espada vieja brillo y regreso a ser el colmillo, comenzó a reírse y a hacerlo una y otra vez.

Dejo de "practicar" con Tetsaiga, transformándole y destransformándole hasta cerca del amanecer, finalmente guardo la espada en su funda y volteo a ver una vez mas al interior de la cueva, el fuego estaba a punto de apagarse, entro y coloco mas leña en el fuego, el sol comenzó a aparecer entre los arboles y transformando el cielo a un naranja suave, respiro hondo mirando el fuego, luego miro a Tetsaiga y finalmente a la loca

La miro tratando de buscar algún defecto en ella que le indicara el motivo por el cual estaba loca, nada, todo se veía perfecto, observo detenidamente la cabeza, había escuchado que algunos humanos que se caían y golpeaban la cabeza se volvían locos como ella, nada, su cabeza se veía bien, tendría que tocarla y meter sus dedos entre su cabello para descubrir si no había ninguna otra cosa en su cabeza, pero el no podía tocarla… era una miko… Kikyo había dicho que solamente su presencia le manchaba… disminuía su pureza… y en eso tenia razón… el era un Hanyou… no tenia permitido tocarla…

Recordó la noche en que se encontró con unos bandidos en el bosque, los encontró porque habían mujeres gritando y llorando con ellos, cuando se acerco pensando en matarlos o algo por lastimar mujeres, su madre le enseño que los que lastiman mujeres no son hombres, y el si que estaba de acuerdo en eso, nunca le había gustado luchar contra los débiles, por eso tenia que ser fuerte y no dejar que nadie volviera a llamarle Hanyou.

Pero estas mujeres accedieron a quedarse con los bandidos por su voluntad con tal de que el no se les acercara cuando los bandidos les preguntaron a quien preferían, recordaba sus risas e insultos, jamás le había interesado una mujer, nunc había encontrado una mujer hermosa, una con la que quisiera estar, que quisiera ver, que quisiera oler, que quisiera escuchar, que quisiera… tocar, nunca hasta ahora, nunca le habían molestado sus palabras, pero ahora le molestaban, y sabia que era verdad, que ninguna mujer accedería a dejar a que un Hanyou le tocara, porque era demasiado asqueroso, porque no valía nada.

Si simples aldeanas se habían negado a acercarse a el, a mirarle, como no asumir que esta miko hermosa, pura, sagrada, no quisiera huir de el, pero en lugar de eso, se peleaba con ese monje y la miko, y decidía estar con el, definitivamente loca, enferma… tonta…

O una trampa…

No… no era una trampa… Kagome estaba loca… nadie podría mentir con sus ojos como ella lo hacia… ese brillo… esa verdad… Kagome estaba loca… y gracias a eso… ya no estaba solo…

Escucho un ruido extraño y no comprendió lo que era atento hasta que noto provenía de la muchacha frente a el… de su estomago… se rio suavemente y se puso de pie… dijo que iba a protegerla… eso significa no dejar que tenga hambre ¿cierto?

Salió de la cueva y corrió rápidamente hacia el rio, pescar era lo mas rápido que podía hacer, no tenia tiempo para estar lejos de ella mientras quitaba la piel de otro animal, se apresuro a regresar, dos peces es lo que consiguió en los tres intentos que hizo, dos de tres, era algo bueno, regreso a la cueva y coloco los peces cerca de la fogata, buscando dejarlos a la distancia correcta, ya despertaría a la Miko cuando estuvieran listos…

Le vio moverse y murmurar "escuela" y luego levantarse despacio, evito mirarle y se concentro en los peces, ya casi estaban listos, volteo a verla finalmente sintiendo su mirada fija en el y le vio bostezando.

"Te gusta el pescado?"

Ahora que lo pensaba había escuchado a algunos humanos decir que ciertas comidas no les gustaban, o les enfermaban y el no quería ser el causante de enfermarla, el estaba ahí para protegerla… porque estaba loca…

Kagome asintió y se puso de pie avanzando hacia el, finalmente sentándose a su lado, trago lentamente tratando de no moverse, realmente no comprendía porque hacia este tipo de cosas.

"Si… muchas gracias Inuyasha."

Ahí estaba esa palabra de nuevo, palabras que no existían para ser dichas a un Hanyou.

"Keh"

Inuyasha gruño y le ofreció uno de los peces.

"Siento que sea poco."

Kagome le sonrió ampliamente y se inclino hacia el, Inuyasha sintió su corazón latir rápidamente y trato de no huir, el no podía tenerle miedo a esta humana loca, sintió su corazón dejar de latir y dejo de respirar cuando sus labios tocaron su mejilla, Inuyasha permaneció completamente quieto, Kagome se alejo de el y le sonrió abiertamente, esa mirada, esa sonrisa, no… esto era real, ella estaba loca… sintió su rostro arder y volteo a ver hacia otro lado, no, no quería que viera cuanto le afectaba.

"Muchas gracias Inuyasha."

Resistió los deseos de gruñirle y gritarle, de huir, pero no, el no era un cobarde, no huiría, decidió ocuparse en algo y tomo el otro pescado y lo devoro rápidamente, al terminar volteo a verla, no iba ni por la mitad, podía sentir su calidez y su aura de paz tan cerca de el, no le gustaban, le incomodaba tanto, pero no, no huiría, finalmente termino de comer y le sonrió tomando el Haori de sus hombros y devolviéndoselo, el simplemente lo tomo y se lo coloco, de inmediato fue rodeado por el olor de la mujer, no pudo evitarlo, se puso de pie y salió de la cueva, si permanecía frente a ella no resistiría las ganas de quitarse el Haori y enterrar su nariz en el, estaba cálido, y olía tan bien.

Al salir de la cueva percibió el olor de ese monje en el aire, de inmediato se oculto cerca, pero se quito el Haori y le abrazo contra el pasando sus manos por la tela, todo olía a ella, y olía tan bien, gruño tratando de no ser tan débil, pero no podía evitarlo, Kagome hacia latir mas rápidamente su corazón, le hacia sentirse tonto y perder el equilibrio y eso no le gustaba, nadie jamás había tenido poder sobre el, y ella… ella se las había ingeniado, porque estaba loca.

"Buenos días, Kouske-sama."

Inuyasha gruño buscando al monje.

"Buenos días Kagome-sama."

"Kikyo-sama se encuentra preocupada por la perla y por usted."

Kagome suspiro.

"Esta bien… ya regreso."

Inuyasha le vio regresar a al cueva.

"Inuyasha?"

Sus orejas dieron un tirón en su cabeza ¿para que le estaba llamando?

"Gracias por todo Inuyasha… regresare a la aldea… te veo mas tarde o mañana…"

Inuyasha gruño, maldita sea, nunca nadie se despedía de el o le decía donde estaría o cuando les vería de nuevo, no, tenia que alejarse de Kagome lo mas pronto posible, no, el había escuchado de mujeres que tiene poder sobre lo hombres y los manipulan, el simplemente no creyó que algo así pudiera sucederle.

xxxxxx

Inuyasha cerro los ojos tratando de ignorar ese suave aroma en el viento, Kagome estaba cerca, y también estaba sola, no había querido acercarse a ella, no había querido acercarse a Myoga tampoco, no podía, se sentía… confundido.

No podía dejar de pensar en Kagome, no quería acercarse a ella, porque con ella tocándolo tanto el también quería tocarla, no podía evitarlo, quería abrazarla y saber que estaba segura, que estaba con el, ya no le importaba que estuviera loca, no le importaban los motivos, solamente quería estar con ella, escucharla decirle cosas que nadie nunca le había dicho antes, por favor, gracias… te extraño.

Nunca nadie le había dicho que lo extrañaba, ni siquiera su madre, y no podía evitar pensar en Kagome al ponerse nostálgico, no quería, no sabia que hacer, sentía que ya no podía alejarse, ya era muy tarde para eso, había destruido a un Youkai la noche anterior, y Tetsaiga había funcionado, no había hecho aquel ataque que corto el brazo de Sesshomaru… pero si se había transformado, eso era un avance.

Quería preguntarle a Myoga al respecto, pero tan solo le tuvo frente a el comenzó a hablar de compañeras… obviamente lo golpeo y salió huyendo, pero ahora no podía sacarse la idea de la mente, la idea de morder a Kagome, de marcarla, y que fuera suya para siempre.

Agito su cabeza gruñendo, no, no era correcto, el era un Hanyou, el estaba sucio! Maldita sea! El mismo se estaba volviendo loco, el sabia que eso NO se podía… pero es que ella tenia la culpa, ella estaba loca y lo estaba volviendo loco, no podía dejar de pensar en ella… hacia tantos años que no recordaba así a su madre, porque a elle era a la única a quien le había importado… hasta ahora.

Escucho pasos y sus orejas dieron un tirón en su cabeza, gruño al identificar esos pasos, maldita sea, hasta sabia como se escuchaban sus estúpido pasos, gruño y se tenso, pensó que le llamaría, que le pediría que bajara del árbol, pero no lo hizo, abrió los ojos y le busco, estaba sentada en las raíces del árbol, vio la cesta de hiervas a su lado y el arco y carcaj en su espalda.

Brinco en completo silencio del árbol frente a ella, Kagome no pareció notarlo, estaba con los ojos cerrados masticando algo, sonrió sin poder evitarlo, o lo había notado antes, o no lo había notado en absoluto.

Kagome abrió los ojos y fijo esos ojos chocolate cálidos en el.

"Sabes que podría haberte matado justo ahora y no lo hubieras visto venir?"

Ella simplemente le sonrió, no respondió nada, no se defendió diciéndole que ya le había sentido antes, gruño y finalmente cerró los ojos y levantando su rostro, si seguía viendo esa sonrisa mas tiempo...

"Keh! Eres tonta o que?"

Kagome no dijo nada, abrió un ojo y le vio con la mirada hacia abajo, sintió olores extraños provenir de la cesta con hiervas, y percibió el olor de aquella hierva de olor y sabor tan agradable, se agacho frente a las hiervas y comenzó a olerlas, unas olían feo, otras extraño, no había encontrado la que olía bien.

"¿Qué es todo esto?"

Kagome sonrió abiertamente y tomo una hierva.

"Esta hierva ayuda con el dolor, pero es muy amarga."

Olía amargo.

Kagome tomo otra hierva y la coloco en sus manos, Inuyasha le miro interrogante y esperando la explicación de esta hierva.

"Esta es menta, es la planta que te di antes, con sabor agradable."

Inuyasha desvió su mirada de ella hacia la planta, le tomo de su palma en sus dedos y le examino, le acerco a su nariz, tuvo que luchar los deseos de sonreír, esta era la que buscaba, la que sabía y olía tan bien y le alejo volteando a verla.

"¿Las Mikos aprenden de esto?"

Kagome asintió, el se sentía realmente interesado en esto.

"Si, pero la menta la descubrí por mi propia cuenta."

Inuyasha le sonrió abiertamente, y sin saber porque se sintió orgulloso de ella, puede que estuviera loca, pero era tan inteligente en otras cosas, había conseguido crear una Shikon no Tama falsa, y buscaba hiervas como estas, seria una buena compañera, lucho por no sonrojarse o huir, cuando recordó que había algo que quería darle, ya era hermosa así como se veía, y se preguntaba si se vería mas hermosa con esto.

"Oe…"

Evitando mirarle finalmente respiro hondo y metió sus manos en su Haori, iba a dárselo en este momento, no seria un cobarde y huiría, no, el no seria débil ante esta humana hermosa, finalmente lo encontró y lo caso ofreciéndoselo, abriendo su mano frente a ella, evito mirarla pero sintió sus mejillas arder, no sabia como reaccionaria ante un regalo de parte de el y ante un regalo como este de parte de un hombre, el realmente no sabia como cortejar a una mujer, nunca creyó que necesitaría el conocimiento.

"Toma, era de mi madre."

Sintió su piel erizarse cuando ella tomo la pequeña concha y sus dedos rozaron la palma de su mano, tan cálida, tan suave.

"Es hermoso Inuyasha… gracias."

Inuyasha volteo a verle entonces, había reunido valor ante el tono alegre de la muchacha, parpadeo varias veces mirándole confundida, estaba examinando la concha en su mano, como si no supiera que era, suspiro y tomo la concha de sus manos, la abrió y noto como Kagome miro sorprendida el interior de la concha… levanto su mirada hacia el y el pudo notar como comprendió, se sorprendía por tal cosa, era normal que una mujer hermosa como Kagome se arreglara para lucir mas hermosa, o tal vez no lo hacia por ser una Miko, miro sus ojos volverse mas brillantes y sorprendido noto las lagrimas formarse en sus ojos, antes de poder reaccionar la mujer se lanzo hacia en enredando su brazos alrededor de su cuello, Inuyasha trago lentamente y permaneció completamente quieto tratando de mantener su balance.

"Muchas gracias Inuyasha… se que debe significar mucho para ti… lo cuidare con mi vida."

Inuyasha no podía moverse, su olor le rodeo una vez mas, su calidez, decidió permanecer quieto lo mas posible, sintió entonces la presión de sus pechos suaves contra el, trago lentamente y sintió su cuerpo erizarse… presión en su entrepierna… calor… deseo… no, esto estaba mal, olido a Myoga… se alejo de Kagome de inmediato, y le miro confundida en el suelo, no, el no quería poner esa mirada triste en sus ojos… pero no podía permanecer cerca de ella sintiendo esta cosas extrañas… no… estaba a punto de tratar de decir algo cuando sintió la picada en su cuello, golpeo a la pulga con un poco mas de entusiasmo de lo que era normal.

"Inuyasha-sama! Ya era hora! Desde hace tiempo que esta lo bastante crecidito como pa-"

Gruño y tomo a la pulga entre sus dedos lanzándole contra el Go-Shimboku… ese maldito Myoga… no podía decir algo así con Kagome frente a el… maldito pervertido… miro a Kagome sorprendida… sintió sus mejillas arder y no pudo resistirlo mas, seria un cobarde, huiría… así gruñendo huyo hacia el bosque… Kagome estaría bien… tenia sus flechas con ella…

xxxxxx

"Inuyasha?"

Inuyasha gruño al escuchar su voz, había percibido su aroma de una forma mas fuerte hacia unos momentos y había decidido meterse en el rio para… prevenir.

Nunca en su vida se había sentido tan humillado como cuando Myoga explico porque cierta parte de su cuerpo había hecho cierta cosa cuando Kagome lo había abrazado… no… el no la volvería a tocar… no… el no era un pervertido…e l era un Hanyou… el no podía ni siquiera pensar en tocar a una mujer así… a una Miko así… ensuciar a Kagome así… no… no podía… el iba a protegerla… y eso significaba protegerla de el mismo…

"Inuyasha por favor ven… necesito hablar contigo."

De ninguna manera iba a ir, no, el iba a cuidarla desde lejos, punto, no iba a volver a tocarla nunca mas.

"Inuyasha… necesito pedirte un favor."

Gruño… maldita sea… lo necesitaba, salió del agua y comenzó a caminar en dirección a su vos y su aroma.

"Inuyasha… te prometo darte algo si vienes conmigo."

Finalmente se apresuro a llegar donde ella y se detuvo de golpe al verla ahí, parada en medio de unos arboles, tan… hermosa… gruño al verla sonreírle de esa forma… si tan solo supiera que era un mounstro pervertido no le sonreiría así…

"Tenias calor ¿he?"

No tenia ni la mas mínima idea.

"¿Qué quieres pedirme Kagome?"

Kagome le sonrió ampliamente.

"Necesitan ayuda cerca del monte Fuji y Kikyo no puede ir… así que yo iré en su lugar… y quería pedirte… que vinieras conmigo."

Inuyasha gruño… no… lo ultimo que le faltaba, necesitaba tiempo lejos de ella… distancia… y justo ahora algo así tenia que suceder… además la luna nueva seria mañana… no quería alejarse de esta área conocida… pero estaba casi seguro de que si el no iba con ella iría sola, después de todo era una Miko… y era su deber, así que finalmente dio un largo suspiro de derrota.

"¿Cuándo salimos?"

Kagome le miro con una sonrisa enorme.

"Gracias Inuyasha!"

Avanzo para abrazarlo e Inuyasha retrocedió, definitivamente no, Kagome bajo su mirada y se maldijo a si mismo por hacer que se sintiera triste, pero de ninguna forma se arriesgaría.

"Lo siento."

Kagome respiro de forma profunda.

"Podemos salir ahora mismo o hasta por la mañana."

Inuyasha gruño brincando lejos de ella, Kagome suspiro caminando despacio de vuelta a la aldea, el le siguió desde los arboles tratando de prepararse psicológicamente para luchar contra si mismo al estar con ella, finalmente llegaron a la aldea, y después de tomar aire llenando su pecho con este brinco hacia ella y su mano en su hombro, porque sabia que lo mas seguro era que necesitaría cargarla en su espalda.

"Listo, vámonos."

Kagome volteo a mirarle sonriéndole, tomo su mano y camino hacia la aldea… Inuyasha lucho consigo mismo para permitirle tal cosa, sabia que iba a tener que cargarla, y la vez anterior que le cargo se sintió feliz de lo mucho que ella confiaba en el, pero ahora el estaría muy consiente de que tan cerca estaba su cuerpo del de el.

Inuyasha alejo su mano de ella de inmediato cuando unos ancianos voltearon a verles, sintió dolor en su corazón al recordarse otra razón por la cual no tenia que tocar a Kagome, porque era un Hanyou, y estaba sucio, recordaba claramente como los aldeanos insultaban a su madre todos los días, cuando tenia pesadillas les veía y escuchaba llamándole puta, no, el no soportaría que Kagome pasara por tal cosa, Kagome era una miko sagrada, no era su culpa estar loca.

Kagome suspiro y sujeto la manga de su Haori caminando hacia la cabaña de Kikyo, intento alejarse de ella, pero Kagome sujeto su Haori insistentemente y le llevo al interior de la cabaña, Inuyasha se dio cuenta de que nunca antes había entrado en una cabaña, con cuando había humanos dentro de ella.

Kikyo le miro con los ojos entrecerrados, y fijo esa mirada fría y calculadores en el pero le hablo a Kagome.

"Tardaran una semana en regresar… llevaras la perla contigo?"

Kagome asintió.

"Si algo le sucede a ella o a la perla te aseguro que serás cazado y condenado…"

Inuyasha le gruño a Kikyo mostrándole sus colmillos.

"Regresaremos cuando podamos."

Kikyo asintió y ella salió junto con Inuyasha… Kikyo salió detrás de ellos, el gruño al sentir su mirada clavada en el, y al sentir el cuerpo de Kagome presionarse contra el suyo, sujeto sus piernas y tratando de no pensar en nada maldiciendo su propio cuerpo comenzó a correr en dirección al monte fuji…

Miércoles 11 de agosto de 2010

Yeah! Termine! xD jjijiji el próximo cap aun es desde el punto de vista de Inuyasha xD pensé en hacer este cap muy largo, pero llegue a la conclusión de que así puedo avanzar mas y publicarles mas rápido ahorita que tengo tiempo xD

Jijijiji se van a sorprender de saber quien esta esperando a Inuyasha a Kagome en el monte Fuji jijijiji xD

Weno weno muchas gracias por su apoyo xD espero que les guste xD