Segunda parte
Capitulo 7 “Los asombrosos poderes de Eiko”
Habían transcurrido ya casi tres meses desde que Inuyasha llego a la aldea, era un día tranquilo cuando llego uno de los aprendices e Eiko gritando a donde ellos se encontraban con Eiko dando clases de kendo a las niñas y a los niños de la aldea, Inuyasha siempre iba a observar y a ayudarle como modelo para ser atacado o algo así, el llego muy agitado y Eiko le pidió que se clamara…
Aprendiz: “Eiko-sama… un ejercito de Yokais viene en camino son demasiados no podremos con ellos… que vamos a hacer Eiko-sama…”
Eiko: “Tranquilo… Reúne a todo el pueblo en el templo y diles a Nanami y a Yui que hagan un campo a la perla Inuyasha llévate a los niños y busca a los ancianos ayúdame a reunir a todos en el templo rápido…”
Eiko desapareció, siempre que algo así pasaba ella desaparecía, pero era porque ella se vendaba el torso para que si su ropa termina haciéndose pedazos sus pechos no queden expuestos además es bueno para soportar mejor golpes, todos estaba reunidos en le templo cuando Eiko llego con las sandalias que usan los samuráis y otra espada extra, no era Kiyone, la que siempre lleva ahora había otra a parte de la primera…
Inuyasha: “En que ayudo Eiko yo puedo pelar y…”
Eiko: “Si muero o me desmayo tu estarás aquí para los demás Inuyasha… Escúchame yo no importo si algo me sucede quiero que lleven la perla a los Taiji-ya y ahí acaba mi misión con ellos…”
Inuyasha: “Pero Eiko…”
Eiko: “Inuyasha júrame que ante cualquier situación primero te vas a encargar de poner a salvo la perla… Júramelo!” El dudo solo unos momentos hasta que asintió… “Dilo…”
Inuyasha: “Tienes mi palabra Eiko…”
Yui: “Eiko-sama… Ya estamos listas no quiere…”
Eiko: “Así esta bien… Escúchenme quiero a 15 aquí dentro del templo y a el resto afuera…” Ella dijo esto dirigiéndose a sus aprendices, una anciana se le acerco a Eiko y le dijo…
Anciana: “Eiko-sama tenga la seguridad de que estará bien… nosotros creemos en usted por favor tenga mucho cuidado…”
Eiko: “Tranquila ustedes van a estar bien…”
Inuyasha: “Puedo salir contigo?”
Eiko: “Esta bien pero no intervendrás?”
Inuyasha: “No hasta que no este seguro de que la perla esta a salvo…”
Eiko: “Y de que yo estoy desmayada en el piso o ahogándome en mi sangre esas son las condiciones… aceptas?”
Inuyasha: “Crees que vas a terminar así?”
Eiko: “Ya a pasado se pasan seis meses reuniendo ejércitos y casi siempre termino así o de una manera similar… No te preocupes me recupero rápido… aceptas?”
Inuyasha: “Si…”
Nanami: “Ya están aquí Eiko-sama!”
Estaba lloviendo fuertemente y Eiko salio junto con Inuyasha y casi 40 de sus alumnos, había un inmenso ejercito de Yokais todos estaba sonriendo y con armas y sus dientes y garras afiladas listos para atacar… El jefe del ejercito camino delante de todo el resto y en medio de la lluvia le grito algo a Eiko pero la lluvia era muy fuerte, Eiko bajo una gradas del templo sola, con el arco en su espalada colocado ingeniosamente en el carcaj lleno de flechas, ella se mojo y su kimono se pegaba a su cuerpo, los Yokai comenzaron a reírse y murmurar ella no quito su cara fría y se paro justo delante de los Yokai…
Eiko: “Esto se esta volviendo una rutina ustedes saben que no pueden ganar ya márchense siempre vana morir… No dejen sus apestosas vidas en mis manos esto ya me esta aburriendo…”
Yokai jefe: “Hermosa e inocente mujer crees que nos vamos a rendir talvez un día ganemos y mas que la perla…”
El resto de los Yokai rió cuando el jefe miro de pies a cabeza Eiko que se enfureció dio un paso atrás y lasazo una de su espadas al cielo, después corrió a gran velocidad matando los Yokai al contacto de su espada que les purificaba al contacto, Inuyasha se sorprendió no había visto nunca a un Nigen matar tantos Yokai a la vez ya que en estos momentos Eiko olía como Nigen así que no estaba transformada…
Al lanzar su espada al cielo atravesó al menos cuatro Yokai voladores y cuando esta callo entre los Yokai que estaban algunos atacando y otros huyendo de Eiko solamente se escucho un grito…
Eiko: “FUTAE NO KE WA NI!”
Y todo el lugar se lleno le una inmensa luz cegadora, un par de Yokai voladores aprovecho la luz para lanzarse al interior del templo, Inuyasha corrió hacia dentro al ver a los Yokai tomas a Kaori entre sus patas el descuartizo a la mounstrosa ave y salvo a Kaori que llevaba en sus brazos asustada, el hoyo en el techo del templo hizo que toda el agua que caía torrencialmente en las afuera se adentrara en el templo, las personas se hicieron hacia un lado e Inuyasha escucho gritos de los aprendices de Eiko…
Aprendices: “Eiko-sama!”
Inuyasha corrió a las afueras del templo y le sorprendió lo que vio nada solamente a Eiko sangrando en el suelo y a sus aprendices corriendo hacia ella en medio de la lluvia el dio un solo salto y llego a ella la tomo en sus brazos y la abrazo, ella estaba tirada en el lodo sangrando, el la recogió, ella estaba inconsciente y vio las espadas clavadas en el suelo Inuyasha la tomo en sus brazos y la levanto cuando Koujiro se acerco fue rechazado y lanzado al suelo por un campo que había creado Kiyone, de pronto de la espada salio un espíritu era la figura de una mujer, era muy hermosa y estaba seria miro a Inuyasha y le hablo…
Kiyone: “Eiko me dijo que puedes cuidar de ella, llévala a donde ella te llevo el día que te conoció ahí están las medicinas para Yokai, pero llévame contigo para hacer el campo que siempre me encomienda esta vez te pidió a ti como guardián y no a Mao como siempre… lo siento…”
Una chica estaba ahí pendiente era la mejor amiga humana de Eiko, ella siempre atendía sus heridas y casi siempre Eiko encomendaba a Kiyone que ella fuera la única e poder entrar a su campo de energía, Koujiro estaba que se moría de la rabia…
Koujiro: “A no eso so que no! Un hombre cuidar de ella! Un hombre! Eso debe ser una mentira has decidido sin duda traicionar a Eiko…”
Kiyone: “Cuidado con como me tratas Koujiro sabes que soy la que controla a Eiko cuando se transforma ya hubo una ocasión en la que te salve no volveré a hacerlo si dices una palabra mas…”
Inuyasha intento sacar a Kiyone del suelo pero no pudo, la jalo y la jalo pero al final Kiyone salio…
Kiyone: “No puedes sacarla? Los hombres son unos inútiles pero bueno… llévame contigo…” Kiyone brillo de color morado claro y se elevo cayendo al suelo Inuyasha la recogió y fue junto con Eiko en sus brazos hacia donde el la conoció, dejo a Kiyone afuera de la cabaña y el coloco suavemente a Eiko en el futon donde el normalmente dormía aunque de vez en cuando salía a dormir en un árbol frente a la cabaña donde Eiko dormía para estar mas cerca de ella, solamente cuando ella estaba en calor o llovía el dormía en la cabaña, bueno el estar en calor es interpretado por Inuyasha como la época mas fértil de las mujeres así le enseñaron a llamarle y su sensible nariz puede saber cuando ocurre esto ya que su olor cambia…
Inuyasha: ‘Hay no… no lo había notado por la lluvia… ella esta en su época fértil… No! No ahora… bien Inuyasha tu puedes contrólate… Pero huele tan bien… Ya contrólate!’
Ella aun sangraba mucho, el quito el kosode y vio las vendas supo que ella no le permitiría verla sin nada, la herida estaba cerca de su ombligo, el tomo unos tarros con una combinación especial de hierbas que Eiko le había enseñado a Inuyasha a usar que coloco en su herida y vendo, el retiro ambos de sus kosodes y coloco dos yukatas limpias en su lugar jalando fuertemente la hakama y sacándola de Eiko el no vio nada de ella, ya que la yukatas la habían cubierto el necesitaba quitar la hakama ya que tenia lodo, sangre y estaba mojada, el termino lo mas rápido que pudo y le dejo durmiendo en el futon, salio tan rápido como pudo, se fue a pescar y se las ingenio para cocer arroz, el entro y le llevaba comida cuando vio que estaba despierta y bastante sorprendida al verlo…
Eiko: “Inuyasha… pero…”
Ella se cubrió con la frazada a pesar de que llevaba las yukatas ella no se sintió bien despertar y verlo entrando…
Eiko: “Como entraste aquí?”
Inuyasha: “Kiyone me dijo que cuidara de ti… Esta mal debo irme… por favor perdonare yo…” El se sonrojo y se dio la vuelta ambos estaban sonrojados pero ella se puso de pie y le detuvo…
Eiko: “No tu discúlpame esta bien… Tu me curaste?”
Inuyasha: “Eso intente…”
Eiko: “Hiciste un buen trabajo… eres muy bueno tienes buenas manos para ser doctor… Me hiciste comida?”
Inuyasha: “Bueno yo… pues… eso creo no se si sabe bien…”
Eiko: “Déjame probar seré sincera con mi opinión… si dame…”
Inuyasha: “Hay no me mires así de todas formas es para ti debes recuperar tus fuerzas…” Inuyasha estaba realmente sonrojado, Eiko tomo al comida y se sentó el se sentó a su lado, ella comió y dijo que estaba delicioso, ella pregunto por que sucedió y le anuncio el ataque del Yokai en el templo y del agujero ese mismo día habían comenzado con la reconstrucción cuando se calmo la lluvia, Inuyasha se la paso todo el rato viendo a Eiko hasta que un comentario se le salio…
Inuyasha: “Es algo ingenioso…”
Eiko: “De que hablas?”
Inuyasha: “De las vendas no creí que pudieran usarse así…”
Eiko se sonrojo al comprender su comentario pero entonces se enfado al comprender el significado completo…
Eiko: “Que esperabas ver al quitar el kosode?”
Inuyasha: “No… no… no espera… es que tarde mucho en hacerlo por esa razón… Yo no sabia que hacer hasta que le vi asomarse a las vendas y averigüe que llegaban hasta más abajo… No me creas como uno de esos depravados de por ahí… sabes que no soy así…”
Eiko se calmo y comprendió que realmente a Inuyasha le había costado trabajo quitar lo que ella llevaba puesto, entonces ella simplemente sintió mucho mas cariño y respeto por Inuyasha que del que ya había sentido antes… ‘un momento… porque fue en el en quien pensé antes de desmayarme… acaso sentiré algo mas que amistad por Inuyasha… no eso es imposible yo enamorada ja… jajajaja…’ Pero a Inuyasha se le escapo un pequeño detallecito que no debió…
Inuyasha: “Además si yo fuera a desnudar a una mujer no seria cuando esta se encuentra inconciente no tendría sentido…”
Eiko: “Que quieres decir con eso?”
Inuyasha dijo esto mas para si mismo que para Eiko pero fue un grave error, ella se puso roja interpretándolo como que el deseaba desnudarla cosa que era así pero el jamás lo expresaría eso fue un descuido…
Eiko: “Eres un pedazo de animal… fuera…”
Inuyasha: “Yo… yo Eiko… yo…”
Eiko: “ Y NO REGRECES HASTA QUE YO YA NO ESTE ASÍ!”
Inuyasha supo a lo que ella se refería y se marcho avergonzado por lo que ella creyó…
Esa noche Eiko se fue a bañar y Kiyone le estaba haciendo un campo cuando ella se relajaba en las heladas aguas del río, ella estaba intranquila y recordó…
Flash back
Eiko: “Escúchame bien Kiyone cuando yo diga las palabras futae no kewani pensare en le nombre de la persona que va a cuidar de mi ya que si e visto un comportamiento extraño en esa persona que e decidido estas ultimas veces eso cambiara si…”
Kiyone: “Claro así lo haré… de ti se va a encargar la ultima persona en la que pienses antes de desmayar…”
Fin flash back
Kiyone: “Eiko… puedo hacerte una pregunta…”
Eiko: “Claro tu eres mi mejor amiga Kiyone… pregunta… responderé con sinceridad…”
Kiyone: “Que sientes por Inuyasha?” Eiko no se esperaba esa respuesta le callo como un balde de agua casi congelada en la espalda…
Eiko: “Porque preguntas…”
Kiyone: “No finjas Eiko… Un hombre cuidando de tus heridas… cuando cambio tu mente… tu que acecinas sin piedad a los hombres confías tu vida a uno y no a tu mejor amiga humana?”
Eiko: “Ya no me cuestiones… Fue solo… No se pero yo no siento nada por el… Simplemente no se parece a los demás hombres eso es todo…”
Mientras tanto Inuyasha se alejo de Eiko, estaba siempre en las cercanías del templo pero se alejo bastante aunque no lo suficiente para salir de esos territorios y fue mas arriba a adentrarse en el río, se desnudo lentamente llevando encima nada mas que su larga cabellera plateada que se alargaba un poco mas debajo de sus glúteos, el se adentro en el agua y permaneció pensando, al recordar el olor de Eiko su miembro reacciono poniéndose duro e hinchado el se sorprendió por esa extraña reacción en su cuerpo…
Inuyasha: “Que rayos me pasa?”
El trato de hacerlo bajar pero lo único que hizo al tocarse fue producirse placer sin intención directa…
Inuyasha: “Mierda! Solo a mi me pasa esto! Que putas me pasa? Ash no entiendo nada de esto… Ko-inu estúpido!” (Esa es la denominación que Inuyasha le daba a su pene no sabiendo como nombrarlo)
El continúo observándose de bajo del agua y la hinchazón ni la rigidez de su miembro cambiaban…
Inuyasha: ‘Acaso esto me pasa por pensar en Eiko… será porque esta en calor? Se que me atrae y que la quiero ver desnuda y algo mas de lo que no tengo idea pero parece que tiene que ver con Ko-inu…’
El termino de bañarse y no regreso hasta que su miembro se calmara cosa que fue hasta el día siguiente, el llego donde Eiko se disculpo con ella y se paso cerca de una semana lejos de ella mientras ella aun estaba en su época…
Capitulo 8 “La confesión de Inuyasha”
Inuyasha se encontraba como un humano corriendo por el bosque sangrando mucho y con Eiko en su espalda llevando una yukata negra debajo de otra blanca manchada con una gotitas de sangre, el continuaba corriendo en diversas direcciones, entonces se callo y escucho veces cerca de ellos ‘tengo que escapar… tengo que salvar a Eiko… No voy a dejar que le pongan las manos encima eso malditos bastardos no la van a tocar solo sobre mi cadáver!’
El corrió con más euforia sin darse cuenta de que su sangre iba dejando cada vez un rastro mayor…
Flash back
Hacia mucho frío, estaba nevando, Inuyasha se levanto y fuera de la cabaña diviso a Eiko a lo lejos jugando con los niños y niñas de la aldea sus risas se oían bastante fuerte hasta donde el estaba, el camino con lentitud pensando en que no parecía ya llevar tanto tiempo en la aldea la lado de Eiko, habían pasado ya nueve meces desde que la aldea fue atacada a gran escala, fue en aquella ocasión en la que Inuyasha vio por primera y única vez el futae no kewani, el llevaba ya casi si no es que ya era un año desde que conoció a Eiko, se la había pasado muy bien, fue aceptado por todo el pueblo, en los festivales todos asistían sin excepción el fue con una yukata negra que le dio una anciana en el pueblo, había tenido que bailar frente a todos porque los niños le obligaron a bailar con Kaori, todos se pasaron un buen rato en ese día hubieron muchas risas y comida deliciosa, Eiko había llevado una yukata ocre y arriba otra de un color rojo muy fuerte y brillante con diseños de varias flores, el se había quedado babeando por ella literalmente junto con otros sujetos del pueblo, ellos eran sus amigos ahora, había un sujeto que se llevaba con el en especial, Rui había sido el amigo que el encontró, con excepción de la furia de Koujiro que siempre le detesto desde el primer día que el estuvo ahí pero por otra parte nadie le había discriminado de ninguna manera en ningún sentido, unos vampiros llegaron un día a visitar a Eiko, ella pareció un poco distante desde hacia un mes que eso había ocurrido, se había alejado un poco de el, y esto le había lastimado, pero no podía hacer nada, sus pensamientos fueron interrumpidos por una bola de nieve que le callo justo en el rostro, Kaori corrió hasta Inuyasha y le abrazo…
Kaori: “Inuyasha juega con nosotros…”
Eiko: “Tranquila Kaori, el pobre Inuyasha se acaba de despertar y aun no esta en condiciones de una guerra de nieve…”
Inuyasha: “Eso crees?” Inuyasha dijo esto observándola con detenimiento y tomando una bola de nieve en sus manos, Eiko llevaba dos yukatas blancas sobre sus hakama rojo y kosodes blancos habituales, ella era muy friolenta cosa que le atraía aun mas a los hombres de la aldea, esto no excluía a Inuyasha, el tomo la iniciativa de una guerra lanzándose nieve con Eiko, los niños se dividieron en dos grupos y se la pasaron muy divertidos… todo se arruino cuando un grupo de Taiji-yas llego a buscar a Eiko, uno de los superiores de los taiji-ya quería conocer a Eiko y que llevara la perla de Shikon con ella, como era de esperarse Inuyasha iba a acompañarla, cuatro de sus aprendices la acompañaban a parte de Inuyasha, el camino de ida no fue muy largo pero al estar allá, tardaron muchos días, Inuyasha se impaciento con los aprendices de Eiko pero su mayor preocupación es que habría luna nueva esa misma noche, Eiko jamás le había visto como un Nigen pero el ya le había informado a Eiko cuando es que esto le sucedía durante esa noche Eiko no dejaba a nadie acercarse a la cabaña donde se encontraba Inuyasha, ella hacia guardia trasformada como Yokai fuera de la cabaña en un árbol esas noches al igual que el la cuidaba a ella por las noches en que ella enfermaba o que se sentía mal por su ciclo de mujer…
Por fin Eiko salio junto con la perla y se dispusieron a regresar, ella vestía con una yukata negra y otra blanca sobre la primera con un obi negro por el ritual que habían realizado con la perla era algo complicado en honor a Nidoriko, ellos continuaron su camino de vuelta a casa pero al no venir con los Taiji-ya como guías se perdieron en el bosque, Inuyasha le dijo a Eiko que se iba a adelantar para buscar un camino cerca del atardecer, ella comprendió y se sintió culpable pero no podía hacer nada…
Fin flash back
Me adelante para que los aprendices de Eiko no fueran a verme como un humano, no me hubiera molestado en absoluto caminar a su lado en esta noche por el bosque con ella me siento seguro pero… sus aprendices venían con ella, llegue bastante lejos, ya me transforme, espero a que ellos lleguen y me subo a un árbol, espero un largo rato pero pasa el tiempo, ya son mas de diez minutos, entonces escucho un grito, corro a toda velocidad hacia atrás y encuentro a los cuatro aprendices de Eiko desangrándose en le suelo, busque a Eiko desesperadamente me adentre mas en el bosque y encontré la perla se Shikon tirada en el suelo, la tome e iba en busca de Eiko pero para mi maldita mala suerte recordé…
Flash back
Inuyasha: “En que ayudo Eiko yo puedo pelar y…”
Eiko: “Si muero o me desmayo tu estarás aquí para los demás Inuyasha… Escúchame yo no importo si algo me sucede quiero que lleven la perla a los Taiji-ya y ahí acaba mi misión con ellos…”
Inuyasha: “Pero Eiko…”
Eiko: “Inuyasha júrame que ante cualquier situación primero te vas a encargar de poner a salvo la perla… Júramelo!” El dudo solo unos momentos hasta que asintió… “Dilo…”
Inuyasha: “Tienes mi palabra Eiko…”
Fin flash back
Porque! Maldito sea el momento en que le di mi palabra por eso, bueno no hay mas opción tome la perla y corrí lejos, encontré una pequeña cabaña y me adentre en ella, deje la perla en una sabanas que había ahí parecía desabitada, habían agujeros en las paredes y no habían rastros de fuego recientemente, me marche de inmediato en busca de Eiko para cuando llegue a un lugar no muy lejano de este me encontré con cuatro tipos alrededor de Eiko y ella no se movía había uno que estaba agachado y levantaba su yukata yo no soporte la rabia y me lance sobre el sujeto, peleamos pero mi velocidad no era la misma, mis movimientos eran mas torpes debido a que soy un humano ahora, maldita sea la debilidad de los humanos… maldita sea la luna nueva, termine venciendo pero uno de los tipos se escondió y de atrás de unos arbustos brinco sobre mi y me apuñalo por la espalda aparecieron tres sujetos mas, a pesar de que eran humanos me cortaron bastante, sentía heridas en todo mi cuerpo, no tenia opción tenia que huir ya que si me quedaba moriría por lo tanto si no lo hacia no habría nadie para ayudar a Eiko que no se movía, la subí a mi espalda y comencé a correr de vuelta a la cabaña en donde llegamos, al entrar en la cabaña Kiyone me hablo y me dijo que la sembrada en la tierra y así lo hice, ella creo un campo de energía alrededor de nosotros y los sujetos no nos encontraron estaba a punto de desmayarme me sentía tan débil los ojos se me cerraron lentamente y me quede dormido con Eiko aun en mis brazos…
Inuyasha me salvo de esos sujetos… Es algo que no he dicho a nadie pero soy especialmente débil ante el veneno, el más inofensivo me hace gran daño y se encontraron con algo que me paraliza, no solo mis poderes de miko sino también mi capacidad de trasformarme en Yokai… Inuyasha me salvo no huyo con la perla siento su presencia se que esta en esta misma cabaña pero no la veo… pobre Inuyasha me siento tan mal esta sangrando demasiado hay no podría morir… no puedo permitir tal cosa pero no puedo moverme que haré…
Ya pasaron varias horas, el amanecer esta cerca se a sentido tan bien dormir sobre el pecho de Inuyasha nunca antes me sentí tan segura, la protección de sus brazos es increíble a pesar de que esta trasformado en un humano se que se esforzó hasta al máximo par salvarme de esos idiotas que me querían ultrajar lo detesto tanto… todos los hombres me miran como si me desnudaran con la mirada… incluso mi maestro… kosuke… tanto tiempo sin pensar en eso pero un par de veces el durmió a mi lado cuando enferme y hacia frío justo como estoy con Inuyasha… pero que estoy diciendo… admítelo Eiko te has enamorado de Inuyasha… es que el es tan lindo no se parece en absoluto a los demás no es como todos esos animales bestias que… Inuyasha… desde que te conocí supe que eras diferente… esta amaneciendo ya debe de cambiar… Inuyasha…
Cuando los primeros rayos del sol se asomaron Inuyasha comenzó a trasformarse y esa fuerza proveniente de el regreso y despertó se levanto y fue a pescar regreso y Eiko no se movía el no sabia que hacer se acerco a Eiko y noto que sus ojos era lo único que se movía, el se las ingenio para preguntar si el podía inspeccionarla, ella se lo permitió y después de un largo rato por fin el encontró una pequeña espiga que estaba en su estomago, el la quito y ella se pudo mover al casi al instante, le agradeció por salvarla y pregunto por la perla, el se la entrego y se quedaron ahí un día mas, a pesar de que Inuyasha regreso a la normalidad el estaba muy débil, Eiko fue a una aldea cercana a conseguir medicinas, ella solamente tenia una pequeña cortada en su rostro, pero Inuyasha tenia cortes en casi todo su cuerpo, ella le vendo y en la noche al cambiar sus vendas de nuevo ya eran solamente las heridas profundas las que tuvo que vendar…
Inuyasha se puso bastante nervioso ya que era la primera vez que se pasaba tanto tiempo a solas con Eiko y especialmente con ella cambiando sus vendajes bastante seguido, el la quería tanto estaba tan profundamente enamorado de ella, pero no se atrevía a decirle lo que sentía por ella tenia tanto miedo a ser rechazado y a perderla para siempre…
Eiko: “Ya esta listo…”ella dijo al terminar de vendarle, sus vendas casi habían acabado al día siguiente se marcharía a la aldea, el pensó quedarse callado y sin agregar nada pero… ‘No… jamás podré decírselo…’ el vio como ella entraba nuevamente con las frazadas que estaban ahí cuando llegaron ya iba a ser hora de dormir, ella dolo las colchas y las dejo en una esquina, extendió una y la dejo como su cama con la mitad en el suelo y la otra mitad para cubrirse, ninguno de ellos quería regresar a la aldea pero debían hacerlo si no había motivo para quedarse…
Eiko: “Inuyasha…” el le volteo a ver de inmediato sus ojos lucían extraños no eran de tristeza ni de felicidad sino de confusión…
Inuyasha: “si…”
Eiko: “Porque no te fuiste con la perla… sabes que le puedes pedir un deseo… lo que sea y ella te lo cumplirá… podías volverte un Yokai como me lo mencionaste en aquella ocasión…”
Inuyasha: “Eso es imposible… A menos de que no te hubiera conocido y solamente hubiera pasado en ese momento por ese lugar de pura casualidad me habría ido con ella… además ahora mis motivos han muerto…”
Eiko: “Como es que han muerto si se puede saber…”
Inuyasha: “Yo deseaba trasformarme en un Yokai para ser aceptado por alguien… talvez por mi hermano que es la única familia que tengo… o simplemente que mi corazón se volviera tan duro como una piedra y no le importara el rechazo pero seguro habría muerto rápido…”
Eiko: “No creas que es fácil ser aceptado siendo un Yokai… mi padres siempre vivieron como Nigens aunque ellos realmente eran Yokai nunca lo supieron, la sangre de Yokai despertó en mi el día… mas bien la noche que me anunciaron la muerte de mi padre y unos ladrones ultrajaron a mi madre y después la mataron…” Eiko cerro los puños con fuerza y rabia se vio reflejada en su rostro pero continuo… “Yo no era aceptada por los Yokai de mi raza y fui echada de la aldea en donde viví cuando niña en cuanto me transforme para salvar al pueblo entero… fui con mi maestro de espada… kosuke… me enseño mucho pero termino espiándome al bañar y casi le acecino… pero al final su vida fue perdonada porque el me salvo la vida en una ocasión mi deuda quedo saldada…”
Inuyasha: “Acaso dices que los tuyos no te aceptan por… por los Yokai que te vinieron a ver hace como un mes?”
Eiko: “Puede decirse… el rey del imperio de los vampiros que es mi raza… me quiere como esposa…” El corazón de Inuyasha se partió en dos no podía creer que alguien ya la hubiera exigido como su esposa…
Inuyasha: “Y… y.. acep… a… aceptaste?”
Eiko: “Claro que no… además… no voy a casarme con un imbesil que no cosco… y dijeron nunca van a aceptarme si no me caso con el… mi abuelo es de sangre real quien ocupa el trono es mi tío y es quien me quiere como esposa… yo no voy a aceptarlo nunca… además… yo ya e escogido a alguien”
Lo último fue dicho en voz realmente baja por Eiko mas como para si que para Inuyasha pero este le presto muchísima atención… Se sintió desilusionado pero a la vez nació una chispa de esperanza en el… el único hombre con quien ella se llevaba era con el y ningún otro… podría ser…
Inuyasha: “Y se puede saber a quien escogiste?”
Eiko: “A alguien que no me va a dejar de ver como amiga…” Ella suspiro y regreso a la conversación que llevaba con Inuyasha antes… “Regresando a lo que me contabas porque dices que tus motivos han muerto…”
Inuyasha: “Porque ya te dije yo quería ser Yokai para ser aceptado y ser fuerte para que los demás no se aprovecharan de mi nunca… tenia que encontrar algún lugar para ser respetado y ser fuerte para que ya no me molestaran… mi madre sufrió mucho y la terminaron matando los Yokai… mi padre murió el día en que yo nací por salvarnos a mi y a mi madre… ella le quería tanto… Ella es la única que me a querido y se a preocupado por mi aparte de… de ti…”
Capitulo 9 “El verdadero amor”
Eiko no se esperaba esa respuesta de parte de Inuyasha era cierto ella le quería mucho y le tenia tanto aprecio había sido todo un gusto vivir este año a su lado se la habían pasado tan bien, habían luchado juntos, y una vez ella le pidió a ellos que pelearan para probar fuerzas y el termino rayando con una de sus garras su mejilla izquierda el se sintió tan apenado y le pidió millones de disculpas pero a ella le causo gracia simplemente no le incomodo y ni uso sus poderes de Yokai para curar la herida ella la consideraba como una marca de Inuyasha en ella, aunque le hacia sonrojar lo que las marcas significan para los vampiros, por eso le habían regañado los que le llegaron a buscar pero a ella no le importo, ella siempre amo a Inuyasha y no se había dado cuenta…
Inuyasha: “Eiko se de el concepto que tienes de que los hombres te digan que te quieren pero… mis intenciones no son malas… nunca lo han sido… en especial para contigo… tu me has enseñado lo que es el amor, el significado de vivir, de ser feliz, a tu lado e superado tanto, hasta se me a olvidado que son un Hanyou, todos me insultaron siempre y me trataron como una basura, yo enferme de niño después de que mi madre murió y casi fallecí, cuando enferme tu cuidaste de mi… realmente eso significo mucho para mi… desde la primera sonrisa que me brindaste… Eiko… nadie antes me había sonreído… nadie que no fuera mi madre… nadie nunca se intereso por mi existencia y tu te preocupaste por mi tu me ayudaste, tu me salvaste la vida, me cuidaste, me curaste, me diste donde vivir, me diste de comer, nunca nadie siquiera se tomo la molestia de sonreírme Eiko y tu me has dado tanto… eres la criatura mas maravillosa y bondadosa que puede existir… por favor déjame seguir permaneciendo a tu lado… no me eches del pueblo por favor no me desprecies… no fui yo… fue mi corazón el que te eligió… y se que nunca podré amar a nadie mas como te amo a ti…como te e amado todo este tiempo como te amo y como te seguiré amando hasta que llegue el día de mi muerte… Y talvez mas allá…”
Eiko miro a Inuyasha todo el tiempo a los ojos y no vio mentira alguna si timidez y un poco de temerosidad al decir todas estas palabras sobre todo las ultima parte pero ella fue conmovida en cada rincón de su ser por la confesión que Inuyasha le hizo, nadie nunca le hablo así y fueron palabras que salieron directamente del fondo de su corazón dañado y sufrido durante todos aquellos años de rechazo ahora ella deseaba sanar su corazón…
Eiko: “Inuyasha… Inuyasha… yo no se que decirte…”
Inuyasha: “No me digas nada para mi es suficiente que no me odies Eiko…”
Eiko: “Como voy a odiarte si tu has sido tan lindo conmigo Inuyasha… desde el primer instante en que te mire vi algo en ti me… llamo, desde ese día algo me atrajo hacia ti… y ahora lo se… esa necesidad de amar que tiene los seres siempre debe ser compensada por algo, yo llevaba siete años en esa aldea buscando llenar ese vació en mi corazón pero en cuanto tu apareciste hubo algo que me lo advirtió… y sin darme cuenta se que me e enamorado de ti…”
Inuyasha: “Eso es verdad? Me amas?”
Eiko: “Si…”
Inuyasha no sabia que hacer había esperado por esto durante tanto tiempo, el se movió frente a Eiko y la abrazo tratando de estar tan cerca de ella como podía, ella correspondió a su abrazo, nadie la había abrazado desde que su madre murió, ella nuevamente se sintió querida, apoyada, amada, por el tierno y hermoso Hanyou que poco a poco fue cautivando su corazón…
Inuyasha no se podía creer lo que estaba pasando el estaba abrazando a esa mujer tan hermosa e intocable, indómita y rebelde a la vez dulce y tierna que siempre había deseado abrazar, decirle que la amaba que la quería tanto que sentía que su vida se iba con ella cuando la perdía de vista…
Ellos duraron tanto tiempo en el abrazo como les fue posible se separaron despacio, ellos habían visto a las parejas de la aldea besarse con pasión y hubo ocasiones en que a ambos se les cruzo por la mente imaginar como seria besarse con el otro, Inuyasha se acerco despacio, sus labios temblaban, estaba ya oscuro y la leña era poca, les quedaba poco tiempo de luz, era ahora o nunca, sus labios temblorosos y trémulos se acercaron paulatinamente a los de Eiko que se encontraban en el mismo estado, mansamente los sepillo, simplemente juntaron sus labios y ejercieron un poco de presión, entonces Inuyasha se separo un poco y cambio el ángulo de su rostro y abrió un poco mas su labios, siendo correspondido por Eiko, el beso ahondo y se separaban esporádicamente para tomar aire, pasaron bastante tiempo así, eran ya poco minutos de luz los que les quedaban cuando Inuyasha lamió mansamente los labios de Eiko para pedir la entrada a su boca, ella la abrió tan lentamente como nunca antes en la vida y el adentro su lengua explorando la cavidad suave y húmeda de su boca que guardaba un delicioso sabor, ella no tardo en corresponder y sus lenguas juguetearon por un rato mientras que el beso fue inundándose con pasión, Inuyasha se separo de ella casi repentinamente el estaba sudando y podía oler la excitación en ella, ambos excitaron, sus hormonas estaban rabiando en su interior y descargas eléctricas se iban reuniendo en su ingle… ‘Inuyasha clámate apenas acabas de decir que la amas…’ el no era el único que ardía en le deseo…
Ya no puedo mas no sabia cuanto deseaba esto pero ese calor entre mis piernas no me deja en paz lo necesito, lo necesito… Inuyasha dame lo que quiero… pero como? que es lo que quiero?… ‘el debe estar dentro de ti’ quien me hablo ‘yo estupida Nigen los vampiros saben mucho de esto muchacha tonta… te lo dejo esta noche porque el es virgen pero si no lo fuera yo lo tomaría de eso no dudes…’ tu no tienes ningún control… ‘esa lujuria que arde en ti es por causa de tus instintos de Yokai no tienes idea de lo fuertes que pueden ser… crees que el no arde…’ ya cállate déjame en paz ya no puedo parece que el no lo decide así que me adelantare por el… Ya no podía mas comencé a desatar su kosode lo mas rápido que podía, Inuyasha me mira confundido y asustado no lo culpo yo tampoco creí actuar así en una situación como esta pero ya no puedo mas ahora comprendo el porque de esos sueños últimamente… lo deseo… Por fin! Su pecho esta al descubierto y es todo para mi… comienzo a tocar su suave piel, sus músculos están bien marcados su pecho esta duro pero es suave a la vez, que hermoso es Inuyasha… su abdomen oh que bien se ve… lo abrazo de nuevo, sus músculos están de la misma manera en su espalda, esta sudando… bastante… no importa seguramente si me trasformara sabría que huele mucho a el incluso mi nariz humana en este momento puede oler su esencia masculina ah… pero que rico huele… me gusta me encanta me fascina… nunca e visto un hombre desnudo antes quiero ver… estoy desatando su hakama tan rápido como mis manos me lo permiten ya no puedo mas… lo empujo y cae acostado en la sabana que extendí antes para improvisar un futon, me mira sorprendido se a sonrojado no lo culpo esto es tan extraño proviniendo de mi pero ya no puedo… por fin… lo libere saque rápidamente su hakama por sus pies y ahí yace completamente desnudo mi precioso Hanyou solo para mi… es extraño… hay vellos blancos mmm… son suaves, su piel es como de seda en esta parte, el esta duro e hinchado, esta gimiendo ante mi escrutinio, apretó suavemente mi mano alrededor de el, gime mas fuerte, no deja de gemir, si gime Inuyasha… clama por mi… Adoro verle así, el sudor ya recubre todo su cuerpo… oh que es tan hermoso… No creí que un hombre pudiera ser así… oh Inuyasha no creí que te necesitara tanto… Deslizo lentamente las yemas de mis dedos por su pecho nuevamente… ah… que bien se siente… Se siente tan celestial el roce de mis dedos sobre sus músculos y su piel tan dúctil y ardorosa… No lo resisto pero te besuqueo con pasión quiero percibir de nuevo ese exquisito sabor de tu boca, sentir tu lengua jugueteando con la mía, saboreándote mas, se que ya me transforme, no pude evitarlo el despierta mis instintos mas oscuros de Yokai… de vampira… ah… porque los vampiros son solo dos cosas… sádicos y lujurioso… ah… oh no! Lo e mordido… No lo cambies… déjalo como Hanyou… No voy a cambiar a mi Inuyasha… Lo suelto y me disculpo con el no fue mi intención no me di cuenta… me siento tan culpable lastime a mi amado Hanyou… El me sonríe me da confianza… Esta temblando, esta muy nervioso y asustado, ahora puedo olerlo… oh por Kami… Kami Inuyasha esta en época de celo… ah huele tan pero tan exquisito… No puedo controlarme estoy nuevamente hocicando y mamando la piel caliente cerca de su clavícula, voy mas abajo, el ronronea, voy mas abajo, su sudor sabe tan delicioso… sus músculos son tan firmes pero tan blandos a la vez… el se sentó… se a asustado cuando mi barbilla tuvo contacto con su miembro duro e hinchado, se ve tan suculento, quiero probar pero algo le pasa a mi adorado Hanyou… “Tengo miedo…” Me lo dice mirándome a los ojos y temblando, el no se detiene, lo abrazo y lo beso suavemente… “Te amo…” Susurro en una de sus deliciosas orejas y la muerdo con suavidad para después lamer un poco, el ronronea, se que eso va a volver loco sus instintos… pero eso es lo que quiero… Me abraza con mas fuerzas, que bonito se escuchan sus suaves ronroneos y como se siente esa tierna vibración en su pecho… Esta hocicando mi cuello, me vuelve loca como rozan sus labios en la piel ahora expuesta entre mi hombro izquierdo y mi cuello, me abraza con mas fuerza y susurra algo mi oído “Esta es mi marca…” y me muerde el también, oh me vuelve loca su voz jadeante y sensual ese tono tan masculino suave pero firme pícaro e inocente no se como describir el tono de su voz en ese momento, el lame ahora y nuevamente pasa a mi oído mordiendo suavemente y después mimándome con su lengua suave y húmeda… “Aishiteru…” Pasa nuevamente a verme y me besa con pasión, su lengua no solamente juega con la mía sino con todo en su interior adore cuando sentí su lengua en mis colmillo yo hice lo mismo con los de el, me vuelve loca… Paulatinamente se separo y ahora me mira fijamente puedo ver la lujuria en sus dorados ojos… Veo amor y todo lo que siempre quise ver en esa persona ideal y hecha para mi… Su alma es tan pura y su corazón esta tan dañado yo quiero sanar esas heridas… ‘Que haces estupida lánzate sobre el háganlo ya!’ No! Esto es especial tu que crees… No no es posible de esta manera no puedo permanecer como Yokai… Me des-transformo nuevamente, Inuyasha me mira confundido pero yo se lo aclaro… “Esto es especial… Y solo lo echaría a perder…” Tan pronto como me convertí en Nigen me puse roja talvez como un tomate pero la pena me inundo de pensar lo que había querido momentos antes y de verle a Inuyasha desnudo frente a mí me voltee sabiendo el intenso rubor en mi rostro lo se… Ya no quiero seguir pero lo quiero en el fondo de mi ser y arde en mi interior la curiosidad y el deseo al igual que mi amor por Inuyasha… pero… ya no puedo dar un paso mas… Mis músculos no reaccionan me habrán envenenado de nuevo… Inuyasha se a movido cerca de mi y a clavado su mirada en lo mas profundo de mi ser me siento nerviosa le abrazo tratando el menor contacto posible, el comienza a soltar mi obi, yo me aparto en seguida y le paso su ropa, la cara de desilusión en mi Hanyou fue fatal, entonces a penas pude decir… “A.. a… apa… apaga el … fu… fuego… primero…” Yo sabia que por la forma en que el me miro que ardía en un profundo deseo todo lo que yo había despertado en el, a la vez que ese misterioso brillo en sus ojos podía decirme que para el no seria mucho lo oculto por la oscuridad ya que esa es una gran ventaja de los Yokai pero yo quería pensar que ocultaría un poco mas… Inuyasha comenzó a soplar con su kosode el fuego así le apago lo mas rápido que pudo luego se regreso a mi y lentamente prosiguió desatando mi obi, estaba temblando ahora y el parecía muy seguro de lo que hacia, los papeles habían cambiado repentinamente, el termino y soltó lentamente mis yukatas, cuando yacían flojas simplemente sobre mi cuerpo inmóvil el comenzó a deslizar lentamente la suave tela fuera de mis hombros, el sentir sus suaves manos deslizándose sobre mi piel ahora expuesta a la fría brisa de la noche, el tierna y cariñosamente termino por despojarme del resto de mis ropas, yo temblaba no solo por en nerviosismo sino que su toque provocaba ese efecto en mi, el me dio un beso manso, pausado y casto, me hizo sentir confianza, sus dulces labios acariciando los míos con amor, el llevo besos deliciosos a través del valle entre mis pechos, yo estaba sudando ahora, mi pecho se levantaba con mi respirar y por un momento el recostó su cabeza en el para escuchar el latido de mi corazón, entonces con su brazo izquierdo se apoyo medio encima de mi y con su mano derecha inspecciono mi cuerpo en la oscuridad, no se realmente cuanta para el en este momento pero un rayo de luna entro por entre las rendija existentes entre las tablas mal colocadas de la pequeña cabaña y pude ver el cabello plateado de mi Hanyou, sus hermosas orejas y sus hombros, amplios y musculosos, me volvía loca su fenomenal cuerpo, ya había visto a algunos tipos de la aldea ir por ahí con sus kosodes abajo exponiendo su pecho para presumir pero ninguno era como el de Inuyasha, también algunos usaban hakamas muy cortas para mostrar sus piernas y ningunas eran como las de Hanyou sin un solo vello en ellas, solo piel expuesta, suave y caliente recubriendo sus hermosos músculos oh Kami están por todas partes en el, bien formados resaltando casa parte de el, mi pequeña reflexión fue interrumpida por el asalto de Inuyasha a mis pechos, el había llevado sus labios hasta uno de mis pezones que se encogieron y me hizo estremecer, el chupaba cariñosamente, sus colmillos rozaban de vez en cuando pero no quitaba lo primoroso que se sentía, y el grácil tacto de sus dedos en mi otro pecho como el deslizo su garra por el y lo que sentí cuando paso por el pezón oh… Ya no podía mas, el llevo mas besos hasta abajo, llevando su lengua a mi ombligo, la enterró suavemente en el y siguió bajando, cuando el beso entre mis piernas me volví loca, lleve mis manos a sus hermosas orejas y las frote con afán, no sabia que este tipo de cosas existieran, mi cuerpo enteros se estremeció y sentí un calor bajar entre mis piernas, incluso una nariz humana pudo sentir ese extraño olor, tanto tarde yo en percibir el extraño olor que Inuyasha en llevar su lengua a el lugar de donde provenía, cuando su lengua me toco me retorcí y enrede mis piernas en su cabeza no podía mas, suplique “Inuyasha…” mi voz era suplicante y quebrada, a el pareció gustarle porque repitió el movimiento y esta vez trato de enterrar su lengua cuanto le era posible, el continuo embelesándose con mis gemidos y el temblor de mi cuerpo, sentía acercarme a una cresta, no tengo idea de lo que era pero cada vez sentía necesitar algo dentro de mi, el vació continuaba y a medida que Inuyasha proseguía con su escrutinio esta necesidad parecía aumentar entonces suplique… “Inuyasha… por favor… te… te… te necesito dentro de mi!” El se detuvo al instante yo creo que mi grito fue un poco desesperado, el subió y me beso en los labios por un largo rato, sus labios tenían un sabor extraño, pensé que era por lo que salio de mi supongo, el estaba jadeando al igual que yo, se acerco lentamente a mi con sus piernas abrió las mías y se posiciono para entrar dentro de mi, el comenzó a bajar lentamente, sentí algo suave y caliente en el mismo lugar donde habían estado los labios de Inuyasha momentos antes, el se acomodo y entro en mi, empujo despacio, fue doloroso, pero a medida que el entro mas, el dolor se fue calmando un poco, el entro mas y mas hasta que pedí que se detuviera, estaba muy adentro, dolía mucho, el beso mis labios y termino de entrar solo faltaba poco, cuando el termino de entrar sentí como un calor extraño nacía en mi interior me llenaba, el suspiro mi nombre con placer después de unos instantes de permanecer inmóvil dentro de mi, llevo su mano a mi rostro y movió unos mechones de cabello que caían sobre el, el me sonrió tiernamente pude ver su sonrisa, el me beso con afabilidad, no quería que se separara de ese beso, pero tuvimos que hacerlo por falta de aire, me sorprendió la suavidad de su beso cada vez me gustaban mas, sus labios estaban temblando me di cuenta, traje mi mano hasta su rostro y lo acaricie con suavidad, me sorprendí al descubrir una lagrima en su rostro, la incertidumbre me atrapo y tuve que preguntar… “Porque lloras mi amor?” mi amor? De donde salio eso, Eiko despierta crees que no es tu amor y no te das cuenta de lo que están haciendo ah espera su respuesta mejor… “Te dolió?” Esta llorando de dolor? Pero ni yo… “Algo… Es por eso o acaso no deseabas esto?” Lo ultimo lo dije con un tono de dolor, me lastimo no seria capaz de matarlo si esto le resultara solo un juego para el pero… El no me respondió solamente me beso con tanto cariño y pasión que me olvide de lo que le pregunte el beso fue realmente largo, el aire lo tomábamos a bocanadas para volver a unir nuestros labios aumentando la pasión del beso, al separarnos lentamente el llevo su mano a mi rostro y le acaricio con ternura deslizando suavemente su pulgar en mi mejilla, me dio un suave beso en la frente y después otro en la mejilla, luego me estrujo en sus brazos haciéndome sentirle dentro de mi, no dolió se sintió muy bien, pero hubo incluida también una extraña sensación, aquel calor que me había llenado se derramaba hacia fuera también era como si hubiese inundado mi ser, entonces me dijo suavemente… “Aishiteru Eiko… Nunca has llorado de felicidad? Pues la razón por la que lloro porque tendré una familia y será contigo mi amada Eiko… la familia que siempre quise que tu me darás… No es así?” ahora comprendo, el sabe que ya me a embarazado, yo no podía creerlo pasaría el resto de mi vida a su lado… si era todo lo que yo deseaba… “Claro que te daré muchos hijos mas Inuyasha… Te quedaras siempre a mi lado?” “Para siempre hasta el fin de mis días y mas allá…” Con estas palabras dichas el comenzó amoverse dentro de mi, se sentía delicioso dolió un poco al principio pero después sus empujones me llevaron nuevamente a aquel punto en que me encontré la necesidad de tener salgo dentro de mi esta vez ahí estaba, sus empujones aumentaron su ritmo, eran mas fuertes y mas violento pero esto acababa simplemente gustándome mas, me aferre con fuerza a su espalada y busque sus labios pero no los encontraba, pose mis labios en su hombro que era hasta donde el llegaba sobre mi, nuevamente llego a mi esa agobiante necesidad estaba al borde de algo, enredé mis piernas alrededor de su cintura lo quería tan dentro de mi como se podía y si es posible mas allá… Me sentía tan bien, tan llena de el, el comenzó a gemir con fuerza, yo le acompañe estaba al borde, mas al borde… Un grito despavorido salio de mi garganta cuando fui inundada por el placer, viniendo en descargar repetitivas, el placer seguía, el continuo empujando, cada uno de sus empujones me daba mas placer… Un rato después fue disminuyendo al igual que nuestros gemidos, podía sentir como un líquido espeso y caliente continuaba saliendo por donde Inuyasha entraba en mí, el se derrumbo a mi lado abrazándome con mas fuerzas contra el, yo acomode mi rostro en su pecho, su brazo izquierdo me sirvió de almohada, el me acuno en sus brazos y me susurro palabras de amor al odio durante un gran rato, sentimientos y emociones acompañados de recuerdos y anécdotas… Compartimos un momento mas, entonces el me canto una canción que su madre le enseño, era muy hermosa y te ayudaba a dormir… Dijo que cambio algunas partes para dedicármela a mi… Eso me hizo sonrojar pero placidamente me fui quedando dormida con el apacible sonido de su vos…
Capitulo 10 “Un susurro de amor”
Pedacito de cielo:
Mi pedacito de luna
Mi pedacito de cielo
Sabes que tienes mi ayuda
Mientras estés bajo mi tutelo…
Duerme tranquila toda la noche
Que yo cuidare de ti de día y noche
Sabes que de mi corazón eres alegría
Y eres quien a mi me da razón de vida…
Descansa mi amada
Que aquí estaré en la mañana
Para seguirte amando
Y ser feliz a tu lado…
Todo este tiempo espere
Para decirte lo que siento
Y sorprendido encontré
Que también soy yo tu anhelo…
Tú eres todo para mí
Mi pedacito de cielo
Y yo soy todo para ti
Incluyendo tú anhelo…
Con tal de estar a tu lado
No encuentro diferencia
Entre el cielo azulado
Y el infierno sin clemencia…
Yo solo quiero seguir
Siempre junto a ti
Para saber que es vivir
Y contigo ser feliz…
Tú das sentido a mi vida
Nada me hace más feliz
Solo quiero darte alegría
Siendo cada vez contigo más gentil…
Ahora duerme serena
Que adoro verte descansar
Bajo la luz de luna llena
Sabiendo que contigo siempre voy a estar…
Los rayos del sol se deslizaban a trabes de las nubes iluminando cada vez mas de colores naranja y amarillo el cielo al amanecer, rayos de luz que se entrometían en todos lados yendo uno de estos a dar a la cabaña donde Eiko e Inuyasha pasaron muy bien la noche, uno de los traviesos rayos de luz se asomo en el rostro de Eiko indicándole la llegada del amanecer iluminando su alrededor, ella abrió lentamente los ojos y lo que sus ellos le mostraron fue el atlético pecho de Inuyasha, al ver su piel desnuda frente a ella se asusto y dio un salto entre los brazos de su amante, Inuyasha se despertó de golpe para ver a la asustada Eiko entre sus brazos formular una cara satisfecha y placentera al sentir el ahora de nuevo duro miembro de Inuyasha en su interior, Inuyasha se inclino sobre ella mientras su miembro se inflo mas, Eiko no cerro sus ojos durante aquel beso en presencia de la inusitada sensación de el dentro de ella luego lentamente cerrándolos y relajándose llevo su pierna derecha sobre Inuyasha, ellos se besaron y acariciaron un momento, después Inuyasha se coloco suavemente sobre Eiko y comenzó a mecerse contra ella con un poco mas de fuerza que la noche anterior, ambos se abrazaron estrujando al otro cuanto podían, se besaron el cuello mutuamente dejando pequeños moretones al chupar su piel ardiente, bamboleándose en aquel ritual amoroso, susurrando palabras de amor entre jadeos y gemidos, finalmente terminando en un explosivo orgasmo, Inuyasha se derrumbo hacia un lado y abrazo fuertemente a Eiko a su pecho mientras recuperaban su respiración y esperaban para sus cuerpos dejar de temblar, Eiko subió su mirada y le dio un tierno beso en la barbilla a Inuyasha para luego besar sus labios, al separarse lentamente de aquel beso, Eiko jalo con los suyos el labio inferior de Inuyasha pero se rió y lo soltó cuando Inuyasha llevo una de sus manos a su oído izquierdo y con sus dedos y garras cuidadosamente inspecciono y entre risitas picaras le dijo…
Inuyasha: “Eso no creo siquiera que se acerque a lo que tu me haces sentir cuando tocas las mías…”
Ellos se rieron e hicieron un par de bromas finalmente y de vuelta a la realidad Inuyasha comento…
Inuyasha: “Hay que volver o vendrán por nosotros ya pasaron cinco días…”
Eiko: “Que vengan a buscarnos porque tu ya no te escapas de mi…”
Eiko se acerco a las orejas de Inuyasha y les lamió, el ya no podía mas esto le hacia excitar increíblemente, el se posiciono una vez mas sobre ella pero siguieron rodando y terminaron quedando con Eiko sobre el, ella sonrió y comenzó a mecerse contra el, Inuyasha se relajo y la dejo manejarlo… Al ascender al cielo y nuevamente descender a la tierra… Aun respirando en jadeos y con el sudor aferrándose a sus cuerpos, Eiko se acuno mas cerca de Inuyasha este le apretó herméticamente contra su pecho y jugo con sus cabellos entre sus dedos y sus garras, Eiko levanto la mirada y con una sonrisa algo triste le dijo…
Eiko: “Sabes Inuyasha… No creí que algo así existiera…”
Inuyasha: “Yo tampoco… tu me sacas de este mundo y la realidad mi amor…”
Eiko: “Si… en ese sentido yo tampoco sabia pero… mas bien me refería… a que cuando era pequeña… un sujeto…” ella guardo silencio por un momento y el rostro de Inuyasha reflejaba que esperaba lo peor… “El introdujo sus sucios y asquerosos dedos en mi… y fue tan doloroso… pero… no paso a mas… por suerte… en cambio… lo que me has hecho tu… es… es… es como… es… es indescriptible…”
Inuyasha le sonrió con ternura y acaricio su mejilla con la parte posterior de su dedo índice mientras le decía…
Inuyasha: “Este tipo de cosas solo se deben hacer con amor… que es lo que siento por ti… Eiko… te amo tanto… y siento tanto que hayas pasado por esa experiencia… una criatura tan maravillosa como tu no debería de saber que es el dolor en ningún sentido…”
Eiko: “Gracias… gracias por todo Inuyasha… gracias por estar conmigo… gracias por amarme como yo te amo a ti…”
Inuyasha le beso tiernamente y de igual manera le hizo el amor, despacio, con cariño, besándola, abrazándola, susurrando muchas cosas hermosas en su oído, así continuaron con leves descansos entre orgasmos, volvió a amanecer y volvió a anochecer, así según ellos después de tres días haciendo el amor el cansancio les atrapo y se quedaron dormidos…
Ahora los rayos de la luz de la luna les acariciaban en la fría noche, aquellos juguetones rayos de luna dibujaban sus cuerpos desnudos y expuestos a la noche con el sudor aun sobre ellos, Inuyasha hacia un leve ronroneo al dormir, y Eiko simplemente respiraba un poco mas fuerte de lo normal, una gota de sudor bajo de la muscular espalada de Inuyasha llegando a posarse en la sabana sobre el piso de madera, una fría brisa les hizo estremecer, Inuyasha se despertó y noto que la luna ya había subido desde donde el recordó verla antes de dormirse, con mucho cuidado busco por la sabana que Eiko no dejo en el suelo y con esta les cubrió a ambos solamente hasta las caderas para evitar quitar el mágico toque de la fría brisa de la noche que estremecía sus cuerpos haciéndoles querer estar mas cerca y fundir en uno solo, así con una dulce y tierna mirada Inuyasha se fue quedando dormido…